La conversión hacia sistemas silvopastoriles podrá ser una alternativa de mitigación y adaptación para los efectos del cambio climático, generados por la ganadería extensiva tradicional en Colombia. A continuación, te explicaremos cómo funciona.
¿Por qué los sistemas Agroforestales y Silvopastoriles representan una solución?
Los sistemas agroforestales, son formas de uso y manejo de los recursos naturales en los cuales especies leñosas (árboles y arbustos), son utilizadas en asociación deliberada con los cultivos agrícolas y con animales, en un arreglo espacial (topológico) o cronológico (en el tiempo) en rotación con ambos; existen interacciones ecológicas y económicas entre los árboles y los otros componentes de manera simultánea o temporal de manera secuencial, que son compatibles con las situaciones socioculturales, para mejorar las condiciones de vida de la región (SAGARPA, sf).
Es por eso que los sistemas agroforestales surgen como una alternativa de desarrollo sostenible al facilitar el aprovechamiento de los recursos naturales y mejorar las condiciones de los suelos en aquellas zonas donde la degradación ha aumentado producto de la expansión de la frontera agrícola, el aprovechamiento no sostenible de los recursos forestales y los conflictos por uso del suelo, entre otros factores (Ministerio del Medio Ambiente et ál. 2000).
Partiendo desde la premisa que la ganadería se encuentra en todos los ecosistemas que existen en Colombia, es necesario buscar alternativas que frenen las afectaciones intrínsecas de la explotación ganadera (Deforestación, emisiones de Gases Efecto Invernadero, deterioro de ecosistemas, cambios de uso del suelo), para eso se plantea que los Sistemas
Agroforestales puedan mediar en ese grave declive del patrimonio natural, teniendo en cuenta que en síntesis lo que busca un sistema agroforestal es generar interacciones positivas que potencialicen a cada uno sus componentes, que puntualmente para los sistemas Silvopastoriles involucran a los árboles, animales, productores o familia, generando una posibilidad de mejorar los sistemas de producción tradicional (extensivo) a modelos más sostenibles, involucrando mejoramiento de praderas, generación de bancos de proteínas, bancos forrajeros, pasturas mejoradas de corte y acarreo, árboles de dispersos para sombra, árboles en lotes de ramoneo, árboles frutales en praderas, entre otros arreglos que permiten diversificar los productos del sistema, reflejado en aumento de rentabilidad y mejores proyecciones de ingresos en cada ciclo productivo.
En esta medida se ha comprobado que el uso de Sistemas silvopastoriles mejora el comportamiento ambiental general del sistema productivo, aumenta la calidad de leche, carne y reduce el estrés del ganado en épocas de sequía o de lluvia, además de disminuir las expansiones de frontera agrícola, evitando la deforestación de bosques nativos y aumentando el número de árboles por hectárea de pastura. De igual forma, esto repercute en la disminución de GEI en la medida que a mayor número de árboles mayor cantidad de captura de CO2, con esta opción se tiene la posibilidad de compensar las emisiones emitidas en un ciclo ganadero tradicional e incluso tener un balance positivo.
En este sentido no cabe duda del gran potencial que para Colombia tienen los proyectos silvopastoriles y que estos se constituyen en una oportunidad de reversar el impacto que sobre el ambiente han producido los sistemas de ganadería extensiva y de alta productividad, para bajo este esquema de producción y bajo el modelo de ganadería regenerativa lograr una mayor competitividad garantizando el uso racional y sostenible del suelo, contribuyendo en paralelo a mitigar los efectos del cambio climático que hoy de muchas formas padece la humanidad.