Con unas altas expectativas de generación de productos maderables, además de una conocida adaptabilidad a suelos erosionados o degradados, a inicios de los años 90 se introduce desde Oceanía a Colombia una especie maderable que buscaría complementar las alternativas del sector forestal, dicha especie es Acacia mangium. En Colombia, la inclusión de la especie se realiza, en primer lugar, en la costa Atlántica, seguido de una importante incursión de la acacia en la región de la Orinoquía.

Debido a su buen comportamiento en suelos con importantes deficiencias nutricionales y estructurales, la Acacia mangium amplió la frontera de acción para el sector forestal y los reforestadores del país, convirtiéndose en viable para algunos terrenos y suelos, donde otras especies forestales de mayor tradición en el sector no podrían establecerse de manera óptima. Con ello en mente, se incrementa de manera relevante el potencial del sector forestal correspondiente a las plantaciones forestales y se diversifica la oferta de productos maderables. Actualmente, el repunte en cuanto a áreas plantadas con acacia es evidente en la región Orinoquía teniendo allí, cerca de 45.000 hectáreas sembradas de las más de 65.000 sembradas en todo el país.

Al ser una especie relativamente nueva en el país, carece de un paquete tecnológico robusto, lo que ha hecho que desde la academia y el sector privado se adelanten investigaciones en cuanto a su silvicultura y ahora con su aprovechamiento forestal maderable.

Siendo una madera densa y resistente, pero a la vez con facilidad de ser trabajada, la madera de acacia se ha ganado un puesto importante en el sector de la carpintería con gran cantidad de aplicaciones, además de su curioso cambio de color entre albura y duramen que presenta un contraste entre madera clara y madera oscura. Por otro lado, los muebles de madera maciza de acacia han tenido un auge en los últimos años debido a su dureza, resistencia y vistosidad añadido a su estabilidad dimensional que permite usarla en muebles de uso interior como exterior.

Adicionalmente, gracias a sus propiedades físico-mecánicas, la madera de acacia se ha estado utilizando en productos laminados, incorporando la técnica del finger-joint para generar estructuras complejas, resistentes y visualmente atractivas que, junto con los tableros, han estado posicionándose en el mercado de la madera en el país.

En otro campo donde la madera de acacia tiene aplicación es en la producción de pulpa, para producir material particulado y posteriormente madera aglomerada; esto aprovechando que en ocasiones algunas plantaciones no tienen las dimensiones para obtener productos para aserrío, además de la estructura de las fibras de la madera que se acoplan bien a los procesos de triturado, y prensado.

Se conoce que además de la madera, los árboles generan otro tipo de productos; la acacia no es la excepción a esta regla, por sus propiedades caloríficas, se ha incursionado en campos como el carbón vegetal y la leña. Además, con estos métodos, se debe usar al máximo los subproductos del aprovechamiento forestal para las plantaciones.