Si bien la dinámica del fuego es una característica natural inmersa en el funcionamiento de muchos de los ecosistemas existentes, es innegable que su aparición y presencia genera importantes afectaciones en cuanto a la integridad de los bosques y demás coberturas naturales.

Durante las épocas cercanas a fin de año, en la mayoría del territorio colombiano se empieza a acentuar una temporada seca caracterizada por el aumento de las temperaturas y una disminución de las precipitaciones. Por lo tanto, se generan altas probabilidades de presentar incendios forestales.

En primer lugar, cabe contextualizar sobre la definición misma de incendio forestal dada por el Ministerio de Ambiente, la cual indica que es un “Fuego que se extiende libremente sin control ni límites preestablecidos, destruyendo vegetación viva o muerta en terrenos de aptitud preferiblemente forestal o que sin serlo están destinados a actividades forestales y en áreas de importancia ambiental”. Ya teniendo claro esta terminología, se puede evidenciar el alto impacto que generan dichas afectaciones en las coberturas forestales del país, aunque no solamente es importante conocer en que consiste, sino también en las causas más frecuentes y sus consecuencias en cuanto a la ocurrencia de los incendios forestales.

Presentando unas condiciones climáticas favorables para la ocurrencia del fuego, se debe acotar que este puede darse por factores meramente naturales tales como relámpagos que impactan en árboles o el calentamiento extremo de una hojarasca seca, por lo que es muy difícil su control en zonas donde no se tiene vigilancia.

Una de las causas que más problemáticas representa es cuando el fuego es generado por actividades antrópicas, generalmente al cambio de uso del suelo, debido a que, dentro de las prácticas agrícolas y pecuarias, se tiene interiorizado el uso del fuego como método de limpieza de terrenos. Entre las actividades en las que se utilizan quemas resaltan la limpieza de maleza para el posterior establecimiento de cultivos agrícolas o incluso forestales, por otra parte, en el sector pecuario se realizan quemas con el fin de eliminar las pasturas, obteniendo así retoños de las mismas para el consumo de los semovientes.

Las afectaciones del fuego a las coberturas naturales se ven reflejadas en términos de composición, estructura y función. Los impactos desde los más obvios son la pérdida de cobertura por la eliminación de individuos arbóreos consumidos por el fuego, aportando así, por medio del proceso de combustión de la celulosa y la lignina, a la liberación de carbono a la atmósfera, el cual se encontraba ya fijado durante mucho tiempo por las plantas en forma de tejido orgánico. Algunas de las afectaciones conexas son el desplazamiento y afectación a la fauna, impactando negativamente la biodiversidad del área en riesgo.

Adicionalmente, los eventos de incendio forestal tienen efectos tales como la degradación de suelos por el cambio de sus características físicas y químicas, erosión y efectos nocivos sobre el ciclo del agua mismo.

Colombia es un país donde más de la mitad de su cobertura continental es bosque, por tanto, tiene una alta susceptibilidad a presentar eventos de incendio forestal, y teniendo en cuenta que, así como dichas coberturas como las actividades agrícolas y forestales se ubican en las áreas rurales, es de alta preocupación para las actividades económicas, cuando son amenazadas por el fuego, puesto que, fácilmente, puede acabar con la inversión de muchos años, por este motivo se generan controles para disminuir mitigar o prevenir el impacto del fuego.

En el ámbito forestal, el fuego suele controlarse por medio de barreras contra incendios, teniendo conocimiento que el combustible es uno de los elementos vitales para que el fuego se pueda dar, por medio de prácticas silvícolas, se genera aislamiento de la plantación eliminando la materia vegetal en una franja alrededor de las plantaciones que pueda constituir un combustible para que en el caso de presentarse un incendio este llegue a un punto alrededor de la plantación donde no pueda seguir propagándose hacia la misma.

Los operadores forestales en el país, suelen activar brigadas de control de incendios con equipos tales como extintores, batefuegos, agua y maquinaria de aspersión, además de puntos de vigilancia como torres personales de patrullaje y todas las herramientas posibles que juntas con el conocimiento y la buena capacitación, evitan perdidas cuando el fuego hace presencia.