Los procesos de trámite y expedición de licencias ambientales en el territorio colombiano, se han fortalecido y han venido siendo más rigurosos durante la última década, no solamente por el compromiso del estado en la protección de los ecosistemas y el medio natural, también porque el país cada vez es más atractivo para invertir y desarrollar proyectos, obras o actividades de gran alcance e interés nacional, en los ámbitos minero energético, hidrocarburos y de infraestructura, los cuales están supeditados a la aceptación de una licencia ambiental. Ahora bien, luego de obtenida la aprobación de la misma, se adquieren una serie de compromisos de orden ambiental y social, principalmente, que exigen de un estricto control y seguimiento, puesto que de allí depende el progreso de los proyectos.

Dicho esto, nuestro país se encuentra frente a una gran oportunidad de mejorar y potenciar su matriz de producción energética, basada en procesos de generación de energías limpias, como la solar y eólica. Esta transición, por nombrar un ejemplo, la están liderando territorios como La Guajira, cuyo potencial de generación de energía eólica está muy por encima del promedio mundial, dado que el régimen de vientos imperante en la zona, supera los 9.8 metros/segundo, permitiendo de esta manera que sea un departamento sumamente atractivo para la ejecución de iniciativas de este tipo, y que de manera implícita deben asumir obligaciones de tipo ambiental, dada su responsabilidad de ser proyectos objeto de licenciamiento. Solamente allí, actualmente hay adjudicados y en construcción 16 proyectos eólicos con licencia ambiental aprobada, que suman una capacidad de 2.502 megavatios, que dotarán de energía a más de 4 millones de usuarios, y en los que se destacan los parques Guajira I (Isagen), Windpeshi (Enel), Alpha (EDPR) y Carrizal (AES).

Ahora bien, dadas las obligaciones ambientales de estos proyectos, derivadas de la aprobación de sus licencias; los operadores ambientales y de sostenibilidad se convierten en los mejores aliados de dichas empresas, puesto que ponen a su servicio toda su experiencia para el cumplimiento de los deberes adquiridos. Retomando el ejemplo de La Guajira, los proyectos deben adicionar a sus compromisos, la necesidad de desarrollar procesos de consulta previa, dada la presencia de comunidades indígenas en el área e influencia, de manera que se les socialice cómo los van a involucrar en el proyecto, así como la manera en que se van a desarrollar las actividades a ejecutarse.

Es aquí, donde las empresas que prestan servicios enfocados al seguimiento y cumplimiento de las licencias ambientales, son el soporte más importante de las compañías dueñas de los proyectos, pues son sus aliados en el territorio, elaborando conceptos técnicos, gestionando los cambios menores de las licencias, generando los respectivos Informes de Cumplimiento Ambiental, tramitando permisos menores, protocolizando acuerdos de consulta previa, entre otras labores. Por esta razón, los operadores de sostenibilidad son el mayor y más grande soporte para el cumplimiento de las obligaciones derivadas de las licencias ambientales.

En ECOLOGIC SAS, contamos con más de 5 años de experiencia en el sector energético, siendo los Operadores de Sostenibilidad de Grupo de Energía de Bogotá en sus activos en operación de la Regional Norte y de Enel Colombia como sus Operadores de Sostenibilidad y de Logística de Consulta Previa en los procesos de construcción de los parques eólicos Windpeshi, Chemesky y Tumawind en la media y alta Guajira.