El éxito de cualquier proyecto forestal se ve directamente afectado por múltiples factores como lo es la especie para trabajar, las características ecológicas, las condiciones climáticas del área, el método de preparación del suelo y la calidad de la planta. Lamentablemente, la importancia que se otorga a la calidad del material vegetal no suele ser la debida, puede ser porque es poco conocida o lo que es peor, existe a menudo una idea errónea sobre las características funcionales que deben tener las plántulas para desarrollarse óptimamente. Usar plantas de baja calidad puede afectar el proyecto en su fase inicial o pasados muchos años.
¿Qué es una planta de calidad?
Se define como aquella que es capaz de alcanzar un desarrollo óptimo de supervivencia y crecimiento, aunque no existe un único modelo de calidad ideal para cada especie. Una calidad de planta está determinada por sus características genéticas, sanitarias, morfológicas y fisiológicas.
Las plantas deben estar sanas, bien formadas, suficientemente endurecidas, no deben de haber sido forzadas durante la última etapa de su producción y no deben estar envejecidas ni presentar defectos, de manera que tengan capacidad de adaptación y no peligre su desarrollo futuro. Deben ser producidas o aclimatadas en condiciones parecidas a las de destino final.
Al asegurar una buena calidad de material vegetal, se reduce a futuro el porcentaje de mortalidad, garantizando de este modo tanto la rentabilidad económica como técnica del proyecto en ejecución.
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